viernes, 1 de agosto de 2008

SAFARI, 1956







El tándem formado por Terence Young y Albert R. Broccoli, antes de ser famosos por ocuparse de la puesta en marcha en cine de las aventuras del super agente secreto James Bond, hicieron películas como esta titulada Safari en 1956. Ya habían realizado otra de aventuras titulada Zarak también con Mature como soldado en Arabia. Safari es un convencional aunque entretenido film de aventuras protagonizado por el no muy expresivo Victor Mature y la guapísima Janet Leigh que aquí despliega todos sus encantos entre animales salvajes y tiendas de campaña.

La película, hija de su tiempo, nos muestra la gran superioridad blanca a través del frondón Mature quien parece ser el único que siente y padece en este relato de venganza y conflictos étnicos.

Cuando el gran cazador blanco Ken Duffield vuelve de una jornada de trabajo. Se detiene en la casa donde está su hijo para saludarlo y entregarle unos regalos. Pero tiene que partir de nuevo para continuar con el trabajo. Mientras está fuera la casa sufre el asedio de la tribu de los Mau Mau comandada por la persona a quien el cazador depositó su confianza. La Muerte de su hijo hace que el cazador solo tenga una única motivación: acabar con el traidor.

A esta línea argumental se une la de un impresentable millonario quien requiere los servicios de Mature para cazar a un extraordinario león. El millonario viene acompañado de la señorita Leigh quien de alguna forma ha vendido su alma a cambio del dinero. El cazador Duffield aprovecha esta oportunidad para entrar en territorio Mau-Mau y poder cobrarse su venganza, aunque esto ponga en peligro a sus clientes.




La película esta muy bien filmada por Young y el poderoso físico de Mature convence como imponente cazador, aunque su rigidez facial haga que en los primeros planos donde debe arrojar alguna emoción pueda llegar a ser un tanto risible. En este momento recuerdo que Mature se merece todos los respetos y tiene su lugar en la historia del cine gracias a su intervención en películas como El Embrujo de Shanghai, Pasión de los Fuertes, El beso de la muerte o Sábado trágico.

Las escenas de caza y los recorridos por la selva son atractivos y consiguen su meta, la de introducirnos en un mundo salvaje y peligroso. El tema de los Mau-Mau y la batalla final durante la noche son de lo mejor. Mientras el triangulo amoroso entre el millonario (muy bién interpretado por Roland Curver), por Mature y Leigh resulta de lo más tópico.

Una película de aventuras, como las de antes, donde se notaban las transparecias y los animales correteando filmados por otra unidad (la película y el grano no suelen corresponderse con el material filmado con los actores).

¡Ah! Para la posteridad queda la secuencia en la que janet Leigh se hace una excursión en una mini barca flotador y aparecen los cocodrilos… Absurda y ridícula al mismo tiempo…


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