domingo, 24 de agosto de 2008

EL CASO SLEVIN (Lucky Number Slevin) 2006








Una película muy entretenida y violenta. El referente claro es "Sospechosos Habituales" en la cual la parte final de la trama da un brusco giro que nos hace replantearnos todo lo que hemos visto. Por supuesto el arguemento es tramposo y oculta al espectador todo lo que no interesa que este conozca, mediante una estructura en forma de puzle, en la que se desordenan las piezas o se ofrecen beves imágenes inconexas con el relato que estamos viendo y que por supuesto al final se consigue que todo encaje y que esas imágenes cobren todo su significado. En este sentido es una película condenadamente manipuladora con el espectador y para poder ser disfrutada es necesario entrar en el juego que propone en el que ninguno de los personajes es lo que parece. Eso sí, en un argumento tan artificial y que pone sobre la mesa las cartas de la estructura narrativa, es interesante el comienzo de la película. En esta secuencia inicial Bruce Willis hace su intervención como una especie de maestro de ceremonias. Presenta al espectador a través de su conversación con otro personaje y nos cuenta como una serie de hechos aparéntemente triviales e inconexos conforman una trama, una tela de araña que envuelve a los personajes sin saberlo para conducirles a un destino imprevisto. Sin embargo Goodkat que así se llama el personaje que interpreta con su habitual solvencia Willis, nos dice que no pasemos por alto estas en apariencia débiles uniones entre hechos fortuitos, porque parece ser que conforman un todo bastante sólido. Nos dicen que no dejemos pasar por alto los pequeños detalles.

Y es un buen consejo porque el espectador que quiera dsifrutar con la película esta obligado a pestar atención a los detalles, a quellas imágenes que en principio no parecen tener relevancia alguna en lo que estamos viendo.

A diferencia del cine clásico americano en el que la narración trataba de se limpia y que el espectador no notará la mano del creador, en El Caso Slevin es todo lo contrario. Todas las estructuras narrativas saltan a pimer plano. Alguien nos cuenta la película. Lo que vemos es falso. Nuestra mirada es conducida a donde el autor quiere. Nos despista, manipula y desorienta...

En fin, El Caso Slevin es basicamente un thriller. Una película de suspense con mafiosos y matones. Trata de ser sofisticada y eso es quiza lo que puede ir en su contra. Pero no le niego que me pareció ingeniosa y lo suficientemente enrevesada como para mantener la atención. Al final todo tiene su explicación y la verdad es que no queda ningún cabo suelto. Hay películas mucho más confusas aunque su argumento sea lineal como "El Halcón Maltés" o "Harper".

El interés de la película en mantenernos desorientados influye negativamente en los personajes que quedan un poco superficiales frente al poder de atracción de la trama en sí. Pero no es algo que sea muy molesto, ya que estos están bien dibujados.

Los actores están muy bién y la factura de la película es excelente con una planificación, foografía, vestuario y montaje muy elaborados.

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