lunes, 18 de agosto de 2008

ASUNTOS PENDIENTES (36, Quai Des Orfevres) 2004








Una curiosa película policiaca francesa. Mucho más ambiciosa en sus planteamientos que en sus resultados.

El título original de la película hace referencia a la situación física de la Policia Judicial en París. Lugar donde trabajan los protagonistas del film. En su núcleo se cuece de todo: ambiciones por el poder, conflictos entre integrantes de diversos departamentos, corrupción, amistad leal y por supuesto intereses al más alto nivel.

El motor del argumento es una serie de atracos a bancos y furgones blindados perpetrados por una muy profesional y exenta de escrúpulos de ningún tipo, banda de ladrones. Los altos cargos políticos de París, viendo peligrar su popularidad exigen un esfuerzo policial total para detener a la banda. Para ello la policia emplea métodos nada pulcros en sus investigaciones policiales. En este sentido la peli es de una gran ambiguedad moral no dejando claro si su autor Olivier Marchal es partidario de estos métodos o no o solo en ciertas ocasiones. Quiero decir que Don Siegel nos mostraba a Harry el sucio como la única posibilidad de acabar con cierto tipo de criminales y la película no andaba con ningún tipo de indirecta hacia el asunto. Pero aquí no queda tan claro ese posicionamiento.

Asuntos Pendientes tiene dos protagonistas importantes y aquí es donde se presenta uno de los principales problemas:
Léo Vrinks interpretado por Daniel Auteuil es un hombre honesto, nada ambicioso, entregado a su trabajo, duro y resolutivo cuando es necesario. Capaz de llegar a pisar la barrera de la ilegalidad si es necesario. Tiene una buena relación con su mujer y su hija pequeña.
Denis Klein, interpretado por Gérard Depardieu es todo lo contrario: ambicioso, torpe, envidioso, traicionero y desleal y su relación con su mujer es una auténtica mierda.
La relación entre ambos es mala y el conflicto estalla cuando uno de los dos opta al puesto de capitán. Vrinks no quiere el puesto pero su superior simpatiza con él y deséa dárselo. Klein lo quiere y su ambición desmedida le llevará a realizar cualquier acto para conseguirlo.

El problema al que me refería es que el peso de ambos personajes está muy descompensado y Klein hubiera necesitado algo más de profundidad. Basicamente se nos dice que es un tipo corrupto y poco más. Y el final es demasiado moralista. El triunfo del bien sobre el mal. Se deja un regusto estupendo al espectador. Se ajustan las cuentas. Todos para casa, bueno o al cuarto de baño o a prepararte algo si ya estan en ella... Demasiado fácil para una peli con ambiciones de algo más.

La sombra de Heat es alargada. La película de Michael Man se ha convertido en todo un referente en como mostrar atracos y a dos personajes antagónicos que se atraén como polos popuestos. Marchal deja claro esta influencia en parte de la película especialmente en la seca y profesional escena de atraco al furgón blindado. También aparecen reminiscencias de clásicos como El principe de la ciudad en cuanto al tejemaneje interno de los policias.

Marchal, que fue policia, cuenta algunas cosas verídicas en su peli, como la historia del policia Vrinks o el tema de la corrupción. Pero como yo no tenía ni idea de estos acontecimientos la película me interesó y los giros dramáticos que el relato tiene me mantuvieron atento durante todo el tiempo.

Esta bien realizada y los actores trabajan muy bien: André Dussollier. Auteuil o Depardieu, aunque este último un poco en piloto automático. Me gusto mucho más su interpretación en Chanson d´amour donde hacía un trabajo formidale.

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