lunes, 4 de agosto de 2008

ENTRE COPAS (SIDEWAYS) 2004








Es la cuarta vez que veo está película. Es una de mis preferidas de lo que llevamos de década. Me parece un gran escritor y realizador Alexander Payne. Me gusta mucho Election y me parece magnífica A Propósito de Schmidt y me gusto también mucho su cortometraje en Paris, je t´aime. Un contador de historias nato. Sabe describir a sus personajes con todo tipo de detalles, pero siempre con elegancia, sin ser burdo. En los pequeños detalles sabemos si son taimados, generosos, alegres, pesimistas... o un poco de todo.

Los primeros minutos de Entre Copas son un caudal de información: nada más comenzar sabemos que Miles ha pasado mala noche. Se despierta tarde porque un vecino le llama para que cambie el coche de lugar porque lo aparca mal. Descubrimos que tiene un amigo que se va a casar y que ambos van a hacer un viaje para celebrarlo recorriendo una región vitivinícola de California. Que Miles ha escrito un libro y que está depre porque se divorcio hace ya más de un año. Su amigo es un actor sin demasiada fortuna que se dedica a hacer anuncios para la tele y que la mujer con la que se va a casar tiene un padre forrado gracias al negocio inmobiliario y su mayor preocupación es hechar una cana al aire durante sus vacaciones. De Miles tambén descubrimos que está sin blanca y que no tiene ningún escrupulo para meterse en casa de su madre y robarle unos billetes. Detalle este que disgustó a la productora y que pidieron a Alexander Payne que no lo pusiera por la mala imagen que podría formarse en los espectadores sobre el personaje. Con buen juicio Payne no retiró este detalle que enriquece al personaje. En estos minutos iniciales ambos personajes quedan bien configurados y el espectador maneja una buena cantidad de información con la que poder hacer el viaje comodamente con los protagonistas. Despues entran en juego Maya y su amiga y pasan una serie de pequeñas cosas en esta historia tierna, cínica y patética al mismo tiempo.
Y esa es una de las cosas que más me gustan de las películas de Alexander Payne. La trama, el guión se limita a contar una pequeña historia en la que no ocurren demasiadas cosas. El viaje de los dos amigos no es excesivamente amplio. Entre la depresión de Miles y los flirteos de su amigo, la historia va deteniéndose poco a poco. Lo mismo ocurría en A Proposito de Smit, en el que el gran viaje que pretendia hacer el Sr. Schmidt en su autocaravana por la gran historia Norteamericana, se limitiba a recorrer unos poco espacios y tampoco el trayecto moral es extraordinario. Los personajes de payne no decubren grandes verdades que hacen temblar los esquemas mentales de los personajes confiiéndoles un nueva sabiduria. Continuan siendo ellos mismos, quizá más tranquilos. Consiguen salir de la depresión o de la rutina... o simplementen aceptan vivir con ello. Por eso resultan tan humanos y tan cercanos...

Por supuesto Entre Copas está muy bien rodada y todo es perfecto: la fotografía, la planificación y el montaje, la música y los actores estan sensacionales, parcen nacidos para interpretar cada uno de los personajes y la recuperación de Virginia Madsen es todo un acierto, porque está guapísima y deslumbrante. Me estoy acordando ahora que también estaba estupenda en la última peli de Robert Altman, toda vestida de blanco.

Una magnífica película que recomiendo vivamente.

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