jueves, 29 de enero de 2009

"LA MUCHACHA DE LA QUINTA AVENIDA" (5th Avenue girl) 1939






Una excelente muestra del talento cinematográfiallco de aquellos cineastas que hicieron su trabajo en la era de los grandes estudios. Una producción RKO en la que podemos leer en sus títulos de crédito nombres tan sólidos como el de Pandro S. Berman en la producción, Darrel Silvera en el diseño de decorados o nombres de la casa como el de Robert Wise en el montaje o Tim Holt en la interpretación, ambos repetían en otra producción RKO, "The magnificent Ambersons" de Orson Welles. Hay más nombres importantes, el guionista Allan Scott cuya filmografía impresiona con títulos como "Sombrero de Copa" (Top Hat) o "Imitación a la vida" (Imitation of Life), la fotografía de Robert de Grasse quien hizo otras maravillas en RKO como "El Ladrón de Cadáveres" (Body Snatchers) y por supuesto su director el elegantísimo y muy olvidado Gregory La Cava.

"La Muchacha de la Quinta Avenida" no es una gran película, pero si un buen trabajo realizado en serio y con ese oficio y artesania de aquellos años constituyendo un elaborado filme que mantiene hoy en día, muchas de sus cualidades.

Un empresario de bombas de riego, el señor Borden (genialmente interpretado por Walter Connolly) en el día de su cumpleaños se va al parque a pasar la tarde tras ver que su familia ni siquiera se ha acordado de la fecha. Está cansado de dirigir una empresa que ya solo le da quebraderos de cabeza y de una mujer que ya no le quiere y unos hijos que no le hacen ningún caso.

En el parque conoce a una curiosa y hermosa mujer, Mary Gray (personaje interpretado por Ginger Rogers de una forma extraña y a la vez fascinante). No tiene donde ir y su carácter es un tanto agrio y ácido. El Señor Borden enseguida se fija en ella, conversan y él decide invitarla a cenar y pasar su cumpleaños con ella. En el local el señor Borden se encuentra con su mujer, que esta a su vez con un amigo/amante. Se emborrachan y arman un escándalo que saldrá en los periodicos al día siguiente. Mary Gray pasa la noche en casa del Señor Borden. Este no se acuerda de nada de la noche anterior pero al observar la reacción de desaprobación de su mujer dedide contratar a Mary para hacer creer al resto de su familia que tiene una aventura con ella y que salen a divertirse todas las noches. En realidad a ninguno de los dos les gusta salir a "divertirse" y en realidad dan paseo con el coche hasta que es madrugada y pueden volver a casa. El señor Borden tambien se despreocupa de su fábrica y es su hijo quien tiene que hacerse cargo de su puesto. Al principio todos ven en Mary a una cazafortunas pero poco a poco se van acercando a ella.

Todo esta narrado con gran exquisitez y el guión tiene varios niveles de lectura, la depresión, la familia, el dinero o la falta de el y algunos políticos aunque muy inocentes expresados por el chofer del señor Borden que arenga al resto del servicio con ideales comunistas. La cámara de La Cava convierte a la mansión de los Borden en un personaje más, es impresionante el uso estético que hace de unas grandes y elegantes escaleras centrales que son recorridas por los personajes y mostradas por la cámara en todo tipo de travellings (laterales, frontales...) El guión no se inclina hacia la comedia en su totalidad y a esto ocntribuye especialmente el personaje de Mary Gray una mujer de la que no conociendo cuales han sido sus circunstancias entendemos que estas no han sido buenas. Parece una persona "quemada" y con un sentido del humor agrio y que como ya he mencionado anteriormente Ginger Rogers interpreta como si nada le importarse, su presencia física parece no amoldarse a ningún espacio y su cuerpo da la sensación de estar separado de los demás personajes a traves de una especie de barrera invisible.

La película está muy bien y resulta una pieza de lo más curiosa a pesar de que en su parte final se resuelva de una forma un tanto convencional consiguiendo todos los personajes sus objetivos y dándole al espectador el típico happy ending.

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